Cómo mantener una piscina en invierno

​Con la llegada del invierno y las bajas temperaturas, muchos usuarios dejan de disfrutar sus piscinas. Sin embargo, el no poder hacer uso de ellas y disfrutar de un relajante baño templado no implica que sea necesario abandonarlas. Es una práctica poco ecológica, poco estética y cara.
​
¿Qué alternativas hay?

Muchos usuarios, pasada la época del verano suelen tapar sus piscinas y olvidarse de ellas, hasta que llega la primavera y deciden comenzar a preparar sus piscinas para la inminente de temporada de baño, que llega con el verano.
Sin embargo, esta costumbre es equivocada. Además, de esta forma el mantenimiento de nuestra piscina, después de tanto tiempo en desuso y sin cuidados, es mucho más costoso económicamente y laborioso. Por ello, los expertos de Tienda-Piscinas nos explican y facilitan una serie de consejos sobre cómo mantener nuestra piscina en invierno

​Llegado el otoño-invierno, comienza el invernaje de nuestra piscina. Durante este tiempo, los meses en los que no usaremos la piscina, debemos llevar a cabo una serie de tareas, que nos ayudarán a economizar y ser más eficaces en la posterior preparación de nuestra piscina, cuando queramos usarla de nuevo. 

​Lo primero que debemos tener en cuenta, es la temperatura del agua para comenzar con el invernaje. Esta debe ser inferior a 15°C. Por otra parte, debemos usar una serie de productos y tratamientos distintos a los que solemos usar cuando usamos la piscina, durante el verano. Entre ellos encontramos el invernador de piscinas, analizador de cloro y pH y un producto para la cloración de choque. Además, será preciso instalar una manta protectora, si no contamos con ella, y un desincrustante de sólidos para los filtros

Con tanto producto, que te hemos mencionado, es normal que te hagas un lío. Pero en Tienda Piscinas, nos aseguran que el procedimiento es muy sencillo:

Paso 1: Limpieza.

Debemos limpiar la piscina. Este es el paso más importante de todos. Es necesario que cepillemos las paredes, pasemos el limpiafondos y comprobemos que el prefiltro de la bomba de la piscina y los cestillos de los skimmers estén completamente libres de hojas y cualquier residuo para que posteriormente funcionen correctamente.

Paso 2: Control de pH.

​Comprobar con el estuche analizador de cloro y pH, que el agua tenga un pH entre 7,2 y 7,4. De esta forma, el producto invernador será completamente eficaz cuando lo echemos. En caso de que el pH no esté entre estos valores, será necesario usar productos que lo estabilicen.

Paso 3: Cloración.

Proceder a la cloración de choque. Al día siguiente de haber llevado a cabo este paso, debemos limpiar el filtro con un desincrustante sólido de filtros.

Paso 4: Invernaje.

​Dosificar los productos de invernaje depende del tipo de piscina. Si tenemos una piscina de gresite o pintada, usaremos un invernador líquido, que añadiremos al día siguiente de haber limpiado el filtro, o flotante, que usaremos durante 4/8 horas diarias durante 4 o 6 semanas, para que el producto se distribuya perfectamente. Si por el contrario tenemos una piscina de fibra o de liner, usaremos un invernador líquido al día siguiente de la limpieza del filtro.

Paso 5: Filtrado.

​Además, debemos conectar de forma diaria el equipo de depuración durante 15/30 minutos para eliminar la humedad de los equipos. Por otra parte, si vivimos en una zona muy fría, con tendencia a las heladas, es muy probable que el nivel del agua de nuestra piscinas descienda por debajo de los skimmers. Por ello, debemos vaciar las conducciones y el filtro, y poner algún objeto flotante en la superficie para amortiguar la presión del hielo.

​Por otra parte, muchas personas suelen vaciar su piscina durante el invierno para ahorrarse toda esta tarea. Sin embargo, esto no es nada recomendable ya que al quedar vacía su estructura se resiente y debilita por la presión de la tierra alrededor de ella. Si mantenemos la piscina llena, el agua ejercerá de contrapunto a esta presión evitando grietas en las paredes y como aislante contra la suciedad y las inclemencias meteorológicas. 

​Por último, podemos instalar una manta o cobertor para taparla y evitar que el agua pueda ensuciarse a causa del viento, la lluvia y demás. Este procedimiento debemos llevarlo a cabo durante los nueve meses, aproximadamente, en los que nuestra piscina estará en desuso.